Bienes Nacionales entrega concesión de parque arqueológico de Chug-Chug a comunidades indígenas

Las comunidades beneficiadas manifestaron su gratitud frente a este hecho histórico que permite consolidar la protección su patrimonio ancestral y arqueológico, como mandató la Presidenta de la República.

En una ceremonia encabezada por la ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma, se dio a conocer la resolución con que dicha cartera otorga a la Comunidad Indígena Aymara de Quillagua y la Comunidad Indígena Atacameña Chunchuri, el uso gratuito por cinco años del territorio ancestral donde se emplaza el Parque Arqueológico de Chug-Chug, proyecto de puesta en valor patrimonial que han llevado adelante ambas comunidades, en conjunto con el Consejo Autónomo Ayllus sin Frontera y la Fundación Desierto de Atacama, en el marco de la Mesa Intercultural Parque Arqueológico Chug-Chug.

Durante la ceremonia la Ministra de Nivia Palma recordó el discurso pronunciado el pasado 25 de mayo por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, al distinguir a la Fundación Desierto de Atacama con el Premio de Conservación de Monumentos Nacionales 2017, donde la mandataria reconoció que Chile mantiene una deuda con el patrimonio arqueológico dada la inexistencia de una figura legal específica para garantizar su protección, así la máxima autoridad de Bienes Nacionales sostuvo que “este proceso de concesión no solo es el trabajo del Ministerio de Bienes Nacionales, sino de todo el gobierno y especialmente de la Presidenta”.

Premio de Conservación de Monumentos Nacionales 2017

Cabe destacar que esta importante distinción fue otorgada en reconocimiento al trabajo de puesta en valor patrimonial, conservación y protección que realiza en la zona de geoglifos de Chug-Chug, una de las mayores concentraciones de geoglifos a nivel mundial, con más de 570 figuras catastradas, y específicamente la labor que se viene desarrollando en el Parque Arqueológico de Chug-Chug.

Los geoglifos de Chug-Chug son representativos de una tradición histórica y cultural milenaria (ca. 1000 AC-1550 DC), que involucró a diferentes épocas, sociedades y estilos, en directa relación con las rutas que trazaron y transitaron los antiguos habitantes del desierto. Confeccionados en directa relación con un camino caravanero prehispánico que atraviesa el área y que por más de tres mil años fue la principal vía de comunicación entre los oasis de Quillagua y de Calama.

Sin embargo, pese a que éstos son considerados Monumento Nacional, estos siguen expuestos a múltiples amenazas. Por lo mismo, la mandataria encomendó al Ministerio de Bienes Nacionales buscar el mejor mecanismo para proteger al Parque Arqueológico de Chug-Chug, lo que se materializa con la entrega se su administración a las comunidades indígenas que habitan ancestralmente ese territorio.