
Peruanos en Chile participaron en masiva procesión del Señor de Los Milagros
Este domingo miles de personas repletaron la Catedral de Santiago para celebrar la eucaristía y luego recorrer las calles de Santiago en procesión, en honor al “Señor de los Milagros”. Esta tradicional festividad peruana -que se ha extendido también entre los católicos chilenos- fue presidida por el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, y por el obispo de Ica, Perú, monseñor Héctor Vera.
Al iniciar la celebración, el arzobispo de Santiago señaló: “La celebración del Señor de los Milagros es una devoción que nos ha llegado como un regalo desde la Iglesia hermana del Perú y que en Santiago ha encontrado un terreno muy fértil no solamente en los migrantes peruanos, sino que también en la comunidad chilena”.
Enseguida, el pastor afirmó que: “La tradición religiosa del Perú es una expresión de la inculturación en un pueblo muy religioso que ha tenido en la experiencia del Señor de los Milagros, una experiencia religiosa muy profunda y que esté presente aquí, entre nosotros, es un signo de lo que yo he llamado la actitud pastoral de la Iglesia católica hacia los migrantes. La primera actitud es la de acoger. Los acogemos como hermanos. La segunda actitud es la de integrar. A través de la integración nosotros mismos nos vamos enriqueciendo con tantas experiencias espirituales de nuestros hermanos”.
“La Iglesia de Santiago tiene las puertas abiertas para acogerlos como hermanos y hermanas, para integrarlos en la vida de nuestras comunidades. Que bonito encontrarnos aquí todos los que creemos en Jesucristo. Que todos los domingos y todos los momentos de nuestra vida puedan sentir que son bienvenidos. Porque la Iglesia es la casa Dios que tiene las puertas abiertas para acoger a todos sus hijos. La Iglesia quiere ser esa familia grande donde cada uno tiene el espacio, la dignidad de hijo y hermano”, señaló finalmente el cardenal Ezzati.
En tanto, el obispo Héctor Vera, presidente de la Pastoral Social del Perú, invitado a la celebración, señaló: “Agradezco la acogida que ha hecho la Iglesia de Chile a la Iglesia de Perú. Me quedo maravillado del trato que dan los chilenos a los migrantes peruanos. Creo que hay acogida, respeto y se nota”.
Respecto de la festividad, el obispo Vera explicó que es: “Una devoción que se inicia en el siglo XVI y que ha perseverado en los siglos con un cariño y una profundidad que tiene toda una teología en una imagen que significa protección, alegría, unidad y apertura”.
En nombre de la Conferencia Episcopal del Perú, el obispo Vera leyó además un mensaje a los miles de peruanos presentes: “El Señor de los Milagros es el patrono de los migrantes peruanos. La migración es un fenómeno natural y un derecho del ser humano. Incluso Jesús fue migrante”, agregando: “El Santo Padre Francisco sensible a la circunstancia de los migrantes ha propuesto este año el lema ‘los migrantes y los refugiados nos interpelan”.
“Cómo hacer de modo que la integración sea una experiencia rica para ambos, que prevenga el riesgo de la discriminación, del racismo, del nacionalismo extremo o la xenofobia”, cuestionó monseñor Vera más adelante. “El Señor de los Milagros nos invita a poner en práctica las obras de misericordia, recordándole a los migrantes que no están solos” dijo el pastor, invitando a todos los peruanos en el mundo “A celebrar con fe cristiana y sólida unidad la fiesta del Señor de los Milagros, viendo en él, el rostro de la misericordia para el migrante”.
Al finalizar la eucaristía -que también contó con la presencia del obispo Galo Fernández, Presidente del Instituto Católico de Migración, INCAMI, y del padre Marcio Toniazzo, Director del Departamento de Movilidad Humana del Arzobispado de Santiago- se realizó a las afueras de la catedral un homenaje con un pie de cueca y una marinera al Señor, para dar inicio a la procesión que a través de 12 estaciones recorrieron el centro de la ciudad hasta llegar a la Parroquia Latinoamericana, ubicada en el Parque Bustamante.
Xaviera Carrúa, nació en Lima pero desde que tiene un año vive en Chile. Hoy a sus quince años, señala: “Al bailar esta Marinera Norteña al Señor de los Milagros, le demuestro mi alegría, mi fe, todo lo que siento por él. Me he sentido muy acogida en Chile, tengo muchos amigos y le pido al Señor que mis hermanos tengan esta misma aceptación”.
Juana Milagros Ayala tiene cuarenta años y tras vivir hace diecinueve en Chile, manifiesta: “Es una emoción grande participar en esta tradición de nuestro Perú. Es muy importante para todos los fieles católicos peruanos, porque nos acerca a nuestro país y te hace recordar a la familia que está lejos. Uno se siente integrado y vive esto con mucha devoción”.
“Le pido al señor de los Milagros, que nos de mucha paz y que nos de fuerza para estar parados en un país ajeno y que logremos nuestros objetivos y nos desarrollemos acá junto a nuestros hermanos chilenos”.
El Señor de los Milagros, también conocido como el Cristo Morado o Señor de los Temblores, tiene su origen en una pintura hecha en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima por un inmigrante angoleño el año 1651. Tras el terremoto de 1654 cobró una fuerza muy importante, debido a que el muro donde estaba pintada la imagen permaneció estable pese a que gran parte de la ciudad quedó destruida. Desde entonces y hasta hoy millones de personas recorren las calles de Lima y otras ciudades del mundo, durante el mes de octubre.
La reproducción presente en Chile pesa más de una tonelada y es transportada por 32 feligreses, miembros de la fraternidad que hace años se constituyó en Chile.