
Gendarmes de Tarapacá recibieron charla sobre consumo de alcohol y droga
“La familia es el punto protector y es la clave para no llegar al consumo de droga y alcohol. Los padres deben supervisar constantemente a sus hijos y conocer sus grupos de amigos y además, deben actualizarse”, así inició su charla la encargada regional del Programa Trabajar con Calidad de Vida del Senda, María Francisca Donoso.
La profesional de ese servicio, ofreció una charla a funcionarios de Gendarmería, con motivo de la proximidad de las festividades patrias, recomendando el consumo moderado de alcohol. La iniciativa corresponde al equipo preventivo de la dirección regional de Gendarmería, a cargo del prevencionista de riesgo, de la psicóloga, la enfermera y la asistente social.
María Francisca Donoso, agregó que en la actualidad se debe tener una crianza educativa en vez de una actitud controladora, donde debe aflorar el apoyo de sociedad parental, “por ejemplo los niños no saben vestirse o comer solos, se les debe ayudar, deben comprender y sentirse como parte de un sistema, que es la familia”, dijo.
También expresó que es importante la transmisión de afectividad, reflejar el cariño en los niños y cuando son más grande, entre los 9 a los 12 años, es llegar a entablar buenas conversaciones, a través del diálogo. Posteriormente con los hijos pre adolescentes, se debe establecer normas o reglas con sentido demostrando cuales son las situaciones de peligro que enfrentarán los jóvenes.
La profesional resaltó que la misión más importante es dialogar respecto al consumo de droga, “si eso se hace en el momento más precoz, permitirá llegar a lo ideal que si el niño o niña consume droga, lo alargue lo más posible, es decir no empezar a los 12 años, sino que después de los 18 o 19. Pero lo ideal es que no consuma ni droga ni alcohol”.
Agregó que las bebidas alcohólicas contienen etanol, es decir alcohol etílico, sustancia que puede afectar el sistema nervioso central. Su uso excesivo puede traer diversas consecuencias para la salud, como dependencia física o psicológica, intoxicaciones, que incluso pueden causar la muerte, múltiples perjuicios orgánicos traducidos en úlcera, enfermedades hepáticas, digestivas, daño neurológico o cardiovascular, entre otras.