Los cambios en la personalidad

La personalidad suele cambiar a lo largo del tiempo de forma natural, como respuesta a los acontecimientos y experiencias de la vida, como comprometerse en una relación o ascender en la profesión.
Tipo de personalidadLa mayoría de la gente suele cambiar para mejor con la edad, aumentando sus rasgos positivos de personalidad, como la responsabilidad, y disminuyendo los negativos, como el neuroticismo. La mayoría de las personas se vuelven más amables y más estables emocionalmente. También tienden a volverse algo más introvertidas.
La personalidad humana suele dividirse en cinco grandes dimensiones: neuroticismo, amabilidad, responsabilidad, extroversión/introversión y apertura a la experiencia. Algunos tipos de personalidad tienen un mayor éxito en la vida que otros. Por ejemplo, las personas que puntúan alto en la dimensión de responsabilidad suelen tener más éxito en el trabajo y los estudios. Las personas que puntúan bajo en neuroticismo y alto en amabilidad suelen tener relaciones más estables y satisfactorias.
Las investigaciones han mostrado que incluso pequeños cambios en la personalidad pueden producir efectos importantes en las relaciones, carrera, salud y felicidad de las personas. No obstante, el cambio suele llevar tiempo, puesto que la personalidad tiende a ser, en general, bastante estable.
Cómo cambiar tu personalidad
Para que haya cambios en la personalidad, primero debe producirse un cambio en el comportamiento. Si eres capaz de mantener ese cambio durante un tiempo, entonces pasará a formar parte de tu personalidad. Una persona que acude a un psicólogo puede ver cambios en su personalidad en unos meses. Sin ayuda puede llevar más tiempo, pero también es posible.
Para empezar, es importante saber qué aspectos de tu personalidad te están afectando de un modo negativo. Por ejemplo, si eres una persona muy desconfiada que a menudo tiende a pensar mal de los demás, que estás resentido con frecuencia y que discutes a menudo, seguramente tienes problemas en tus relaciones con otras personas y necesitas hacer algunos cambios en tu personalidad.
Una vez que eres consciente de cuáles son tus rasgos negativos y de cómo te afectan, puedes plantearte cuál debería ser tu nuevo modo de comportarte y qué vas a hacer a partir de ahora. Por ejemplo, puedes pensar: “Cuando me dé cuenta de que estoy pensando mal de otra persona, voy a tratar de pensar también en otras alternativas más positivas”; “Cuando me enfade voy respirar hondo y tratar de calmarme en vez de dejarme llevar y generar una discusión”, etc. Puedes empezar proponiéndote un cambio pequeño como primer paso, sin preocuparte demasiado por los resultados iniciales.
Al principio te resultará difícil generar estos nuevos comportamientos porque tu tendencia natural es seguir haciéndolo todo igual. Pero si te esfuerzas el tiempo suficiente, empezarás a ver resultados.
Puedes decir a tus familiares y amigos lo que estás tratando de hacer, puesto que pueden apoyarte y ayudarte. Además, tu cambio puede suponer también un cambio para ellos. A veces, se alegrarán de verte cambiar, pero otras veces puede costarles adaptarse. Por ejemplo, si eres una persona muy dependiente y te propones ser más independiente, tu pareja puede sentirse amenazada, pues se ha acostumbrado a tu dependencia. Si sabe lo que estás haciendo hay más probabilidades de que te apoye.
No obstante, en algunos casos, el cambio positivo puede implicar sacar de tu vida a personas “negativas”. Es decir, personas que obtienen algo de tus rasgos negativos, como el alcohólico que se aprovecha de tu miedo al abandono o miedo a la soledad porque sabe que ese miedo te impedirá dejarlo. Si aprendes a no tener miedo de caminar solo por la vida, es muy posible que rompas esa relación. Por tanto, ten en cuenta que puede haber personas que se opongan a que cambies, a pesar de que el cambio es bueno para ti.
¿Es así como eres?
Si durante toda tu vida te has sentido triste, frustrado y con tendencia a alejarte de los demás, puede que pienses que tienes tendencia a deprimirte y que así es como eres. Si no eres feliz, si tienes problemas para relacionarte con los demás, si te sientes ansioso con frecuencia, si te castigas por cada pequeño error, si te desprecias, si tienes miedo con demasiada frecuencia…. En todos estos casos y muchos otros es posible que pienses que así es como eres porque llevas toda la vida siendo así.
Pero lo cierto es que tu personalidad puede cambiar, con o sin ayuda. Y el modo de empezar es aprovechar cada oportunidad que te plantea la vida: cada problema, cada enigma, cada alegría o frustración, cada experiencia y cada encuentro con los demás (o contigo mismo) para ensayar esos nuevos modos de comportamiento y comenzar el cambio. Cuando tengas dudas, recuerda los estudios realizados que demuestran que está en la naturaleza humana ir cambiando para mejor con el paso del tiempo… Ya es algo que tienes a tu favor. (Por: Ana Muñoz)