Ma acusa a Filipinas de asesinar a pescador taiwanés a sangre fría
El Presidente de la República de China (Taiwán), Ma Ying-jeou, describió el viernes 17 el reciente ataque contra un desarmado barco pesquero de Taiwán por un barco armado gubernamental de Filipinas en las aguas de coincidencia de los dos países, el cual resultó en la muerte de un pescador taiwanés, como un asesinato a sangre fría.
El Primer Mandatario hizo la tal acusación en el curso de la audiencia que les concedió en el Palacio Presidencial a los participantes del Foro de Investigación sobre Asia y el Pacífico de la Asociación Internacional de Derecho para el año 2013, que tuvo lugar el jueves 16 en Taipei, la capital de Taiwán.
El Mandatario indicó que el susodicho incidente se trataba del hecho que un barco gubernamental de Filipinas disparó con armas de fuego automáticas contra un barco pesquero desarmado de Taiwán que no había hecho ningún tipo de provocación, cuando éste último estaba faenando en las aguas de coincidencia de los dos países.
“Este acto no es de la realización de misiones oficiales, sino un asesinato a sangre fría,” sostuvo el Presidente Ma.
Según las regulaciones estipuladas en el artículo 73 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), que entró en vigor en el año 1994, un país sólo puede tomar las acciones de subida a la embarcación, inspección, arresto y proceso justicial al momento de aplicar sus leyes, incluso en su propia zona económica exclusiva, pero no se le permite absolutamente hacer disparos con armas de fuego bajo ninguna circunstancia, mucho menos cobrar la vida del ser humano, subrayó Ma.
Como un país signatario de la CNUDM y un miembro de la comunidad internacional, así como un autoclamado país “decente y respetable”, Filipinas debe especialmente acatar las regulaciones estipuladas en el derecho internacional, añadió Ma.
Taiwán y Filipinas cuentan con una área muy extensa de coincidencia de sus respectivas zonas económicas exclusivas, continuó diciendo Ma, señalando que en el curso de las últimas décadas, los barcos pesqueros taiwaneses habían sido frecuentemente interceptados por barcos oficiales filipinos cuando se encontraban faenando en las aguas de coincidencia de los dos países, para subir a las embarcaciones y realizar inspecciones, siendo muchas veces detenidos y multados, hasta resultando en la muerte de algunos pescadores taiwaneses.
El último incidente de esta índole que resultó en la muerte de un pesquero taiwanés fue en el año 2006, dijo Ma, lamentando que hasta el actual momento, el susodicho caso quedase aún pendiente de solución y los funcionarios filipinos responsables por la muerte de dicho pesquero taiwanés seguían quedando libres.
El lamentable incidente ocurrió otra vez el 9 del presente mes cuando un barco armado del Buró de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas disparó con armas de fuego automáticas contra el desarmado barco pesquero “Kuang Ta Hsing No. 28” de Taiwán en las aguas de coincidencia de los dos países, resultando en la muerte del pescador Hung Shih-cheng, de 65 años de edad, señaló Ma, añadiendo que “por tal lamentamos mucho este hecho y estamos muy enojados.”
Pero peor aún es que al expresar su disculpa por la muerte del infortunado pescador taiwanés al través de su representante personal, Amadeo Pérez, presidente de la Oficina Económica y Cultural de Manila (MECO, siglas en inglés), el presidente filipino Benigno Aquino III se ha referido a la muerte del pescador taiwanés como una pérdida de la vida de un ser humano de manera no intencional.
“No podemos aceptar de ninguna manera este argumento,” enfatizó Ma, añadiendo que su Administración iría a seguir negociando con las autoridades filipinas para buscar resolver los problemas al respecto de manera pacífica.
Ma expresó también sus esperanzas que las relaciones entre Taiwán y Filipinas no fuesen afectadas por las actuales diferencias bilaterales, pero que la justicia internacional debiera ser resaltada.
El Mandatario instó al mismo tiempo a las autoridades de seguridad pública del país a proteger debidamente a unos 80.000 trabajadores filipinos que se encuentran actualmente en Taiwán, garantizando su seguridad.