Gran Impacto causa candidatura presidencial del Movimiento Regionalista
Desde que se anunciara la candidatura presidencial del movimiento y que el nombre propuesto sería Eduardo Díaz Herrera, se han ido conociendo detalles que la convierten en una real alternativa a los partidos y políticos tradicionales.
La primera duda era como cumplirían la exigencia legal de reunir 35 mil firmas para inscribir el candidato ha sido despejada cuando un medio de comunicación informa que en notaria, hasta el día 14 de marzo, se encuentran registradas y legalizadas 18 722 firmas. Como y de donde surgen es la segunda consulta y la respuesta es que los regionalistas, desde hace 6 meses vienen trabajando en ellas y que más de 12 mil provienen del mundo cristiano evangélico, donde el obispo Jorge Muñoz ha desempeñado un rol importante.
Al ser consultados porque Ahora, la respuesta rápida es que ya habían resuelto que una vez que superaran las 15 mil firmas lo darían a conocer y, en ese momento, solicitarían la aprobación del candidato, lo que se hizo con Eduardo Díaz. Ha sido un trabajo duro que ha dejado de ser silencioso al iniciar contactos y reuniones con organizaciones, parlamentarios independientes y personas que pueden ser parte del movimiento. En las últimas semanas ha concitado el apoyo de 78 organizaciones sociales, movimientos regionales y sectores que no se identifican con los partidos y políticos tradicionales.
La sorpresa inicial era la propuesta de 7 puntos que plantea nacionalizar las minas, el agua, los caminos, las comunicaciones etc. lo que concita el apoyo inmediato de nacionalistas y desencantados de la derecha que se sienten traicionados por esta, hasta “progresistas”; numerosos exonerados políticos y personas que sufrieron prisión política y tortura durante el régimen militar que, al apoyar esta opción, dicen, lo hacen “por el contenido de los 7 puntos, que van mucho más allá de la izquierda neo liberal, comunistas incluidos, que son parte del sistema”.
Como le gusta decir a sus voceros, se trata de un movimiento nacional y popular, amplio e inclusivo que no está para discutir teorías, sino para cambiar Chile.