¿Veraneo con pantalones?

Uso de pantalon damaLa realidad de las personas con heridas crónicas.

La sola idea de pasar un verano con altas temperaturas usando pantalones y medias parece una situación irracional para muchos; sin embargo, ésta es la situación de miles de mujeres y hombres que padecen úlceras venosas o pie diabético, quienes se ven obligados a mantener cubiertas sus piernas para evitar infecciones.

Cerca de 150 mil chilenos padecen úlceras venosas, injuria producida por un mal funcionamiento del sistema circulatorio que provoca  que una herida u otra lesión en la piel no cierre y se extienda progresivamente, formando verdaderas llagas que permanecen durante años y que deben ser sometidas a curación 2 a 3 veces por semana, debiendo usar, además, medias compresivas.  Situaciones cotidianas como ducharse, caminatas largas, paseos a la piscina o a la playa, son simplemente prohibitivas.

El Instituto Nacional de Heridas, creado en el año 2005, no sólo atiende a pacientes con este tipo de heridas y otras como úlceras por presión (conocidas comúnmente como escaras), heridas quirúrgicas  y quemaduras, sino también capacita a profesionales del equipo de salud, médicos, matronas, enfermeras, kinesiólogos y personal de colaboración médica, en el cuidado de este tipo de heridas, las que pueden agravarse con un mal tratamiento e incluso terminar en amputaciones.

Su directora, E.U. Isabel Aburto, asegura que, si bien el ingreso del manejo de las úlceras venosas como Prestación Valorada el año 2010 por el FONASA fue un logro importante, presenta el gran problema de que sólo aplica en los niveles terciario y secundario de atención (hospitales y CRS) del sistema de salud. Esto no es suficiente ya que la mayoría de los afectados por esta patología se atiende en los consultorios de atención primaria por profesionales que no son expertos en la llamada “curación avanzada”, lo que perpetúa las heridas hasta que los portadores de úlceras venosas son derivados en estado grave a los hospitales,  terminando comúnmente con amputación de su extremidad.

Según la experta, “Este tipo de pacientes no ha sido dimensionado en su integralidad. Son personas que se retraen socialmente, ya que sus heridas no sólo afectan su movilidad, sino también el estado anímico de quien las padece y el mal olor producido por la infección conlleva aislamiento y depresión. Las noches son acompañadas de mucho dolor y por ello son medicados con analgésicos, antidepresivos y somníferos. Es un círculo vicioso que termina por socavar profundamente la calidad de vida de estas personas”.

Cada año el Instituto Nacional de Heridas retoma la misión de educar a las personas en el cuidado y la prevención de heridas. Así, a inicios de Septiembre se conmemora el Día Nacional de las Heridas con actividades educativas para profesionales clínicos de los niveles primario y secundario, del Sistema de Salud, para familiares cuidadores y pacientes en riesgo de este tipo de heridas, como son las personas diabéticas, obesas e hipertensas. Este esfuerzo no es suficiente, por ello existe la necesidad de generar conciencia y educar a las personas en la supervisión del estado de su piel y la prevención de heridas. La clave está en detectar a tiempo una herida potencialmente peligrosa, que inicialmente puede ser del tamaño de una lenteja, pero que dada la condición vascular de los pacientes, genera picazón e insensibilidad, acelerando infecciones que en un corto plazo dejan en evidencia un cuadro de herida compleja.

Recomendaciones

– Camine 20 minutos en la mañana y en la tarde.
– Descanse con las piernas en alto.
– Evite el uso de guateros y calientacamas.
– No use zapatos ajustados ni con taco alto. Prefiera un calzado ancho y de material natural.
– Use calcetines de algodón, sin elasticado en el tobillo.
– Si presenta várices, consulte a su médico si requiere medias compresivas.
– No fume ni beba alcohol.
– Mayores de edad: revise sus pies, dedos y condición de la piel. No acuda a podólogos.
– Ante una herida, no desinfecte con Povidona  ni agua oxigenada. No exponga la herida al sol ni la deje descubierta. Consulte en su centro asistencial donde disponen de insumos y apósitos adecuados para cada tipo de herida.